martes, 1 de febrero de 2011

Los caballeros armados de la Sgae

Los caballeros armados de la Sgae

Por Domingo Buesa

En los últimos meses hemos asistido a una curiosa historia en torno a la serie “Águila Roja” que emite la televisión y que, por lo que se ha podido saber, coincide en mucho con una “Águila Roja” que escribiera la famosa cupletista zaragozana Corita Viamonte hace muchos años. El texto original, el enmarque, el nombre… nos habla de una curiosa coincidencia entre el texto millonario realizado en este momento y el texto escrito a máquina por una joven escritora hace un pilón de años.
El caso ha llegado, como era de esperar, a los tribunales y en su antesala espera el juicio. Pero, a muchos se nos plantea que quizás este enfrentamiento en los tribunales no deba ser entre la productora de “Águila Roja” y Corita Viamonte sino que los dos, conjuntamente, deben llevar al juzgado a la Sociedad General de Autores que debía haber dicho que eso estaba registrado, que en realidad debía haber velado por los intereses de un texto ¿custodiado? en sus registros. Y no pueden alegar que no lo sabían pues, aunque su fundación nos retrae al año 1899, es en el año 1941,  en los inicios del gobierno del General Franco, cuando se configura la Sociedad General de Autores, una sociedad privada pero reconocida legalmente como de gestión colectiva, que se dedica a la gestión de los derechos de autor.
Por lo tanto, ya eran Sociedad General cuando la joven escritora registró su obra con ellos y son prepotente Sociedad General cuando esa inscripción y su obligación de defenderla se la han pasado por el forro de los impresionantes tresillos y coches oficiales… Claro está, quizás los españoles estemos equivocados y ellos no estén para defender los derechos de autor sino para recaudar dinero con el que autopagarse sueldos millonarios en un país que está en semejante crisis. Tengo que mirar en algún manual cómo eran los modos del año 1941 por si acaso me sirviera para entender a esta tribu de santos defensores de los derechos de los autores…, claro está de todos menos de Corita ,por lo que sabemos por ahora.

domingo, 9 de enero de 2011

LA CUPLETISTA ZARAGOZANA BUSCA UN ACUERDO CON GLOBOMEDIA.

LA CUPLETISTA ZARAGOZANA BUSCA UN ACUERDO CON GLOBOMEDIA.

Corita Viamonte presenta una demanda por ´Águila Roja´

Escribió un cuento en 1963 con el mismo título y similar trama que la serie.

09/01/2011 ADRIANA OLIVEROS 

Las coincidencias entre la serie y la obra de Corita van más allá del nombre del protagonista.


Corita Viamonte.

Un enmascarado vengador y justiciero que resulta ser hijo del Rey, cosa que se descubre por un medallón. Es parte del argumento de Águila Roja. La exitosa serie de la tele, sí. Pero, al parecer, esos mismos ingredientes también hilvanan una obra de teatro que la popular cupletista zaragozana Corita Viamonte escribió en el año 1963 y que llegó a representarse varias veces. El texto, registrado en la SGAE y que, incluso, pasó la censura de la época, es la base de la demanda de conciliación que la cantante ha presentado a la productora Globomedia, y en la que se reclama, entre otras cosas, un 10% de los beneficios de la emisión de la serie y la película que sobre la misma se ha realizado. La petición ya está presentada y sellada por el Juzgado de Primera Instancia de Madrid. "No es propiamente un juicio, sino un intento de llegar a un acuerdo a través del juzgado", explica Félix Martín Polo, abogado de Corita Viamonte.

MUCHAS SIMILITUDES Es verdad que también hay datos que separan ambas historias. Para empezar, la serie está ambientada en la España del siglo XVII. El cuento de Corita, en un país imaginario --llamado Pkeslin, aunque los nombres de los personajes sean muy castellanos-- pero más o menos en la misma época.
Pero también hay unas cuantas similitudes entre la producción de Globomedia para TVE y el relato de la cupletista. En uno de los documentos que Corita ha recopilado para esta demanda de conciliación, resume parte del argumento como el relato sobre "un enmascarado al que llamaban Águila Roja, que defendía a los pobres y luchaba con su espada", que pretende vengar un asesinato y cuya identidad solo se descubre al final de la obra. En su caso, el espadachín enmascarado sí conoce su origen real (aunque no lo comparta con el resto del mundo). Solo lo hará en uno de los últimos cuadros, al decirle al Rey: "Cuando nací, me pusisteis esta medallita, que aún guardo".
Lo que resulta incontestable, tal y como refleja la documentación de la SGAE, es que Corita Viamonte registró el 8 de octubre de 1963 una obra titulada Águila Roja (El espadachín enmascarado), con el número 2.839.269. Una creación literaria sobre la que también existen notificaciones del Ministerio de Información y Turismo (del que dependía la censura), que autorizó para "todos los públicos" esta "comedia infantil" prevista para estrenarse el 1 de mayo de ese año. "Lo presenté en el Jardín de Invierno, en la calle Moret-", recuerda Corita. "Incluso el diario Amanecer se hizo eco de la noticia".
"Yo solo digo que yo escribí un cuento que se titulaba así y que, presuntamente, hay algunas coincidencias", añade. "Ahora todo está pendiente de un acto de conciliación y de la documentación que ya se ha remitido al juzgado de Primera Instancia número 71 de Madrid". La demanda quiere demostrar que, "además de similitudes menores, ambas obras coinciden en título, personaje principal, y trama general".

ADAPTACIÓN SIN PERMISO Además, el texto dice que "la creación de la demandante es una obrita de teatro escrita por una niña y para ser representada ante otros niños", mientras que la serie sería "una transformación de la obra teatral para el medio televisivo". Adaptación para la que la productora demandada "no ha pedido permiso".
Ahora, Corita y sus abogados piden que Globomedia haga constar en los créditos de la serie, la película o cualquier producto derivado de la obra (ya se está pensando en un cómic) que "están basados en una idea original de Corita Viamonte López". También piden un "10% de los beneficios que ha generado o genere la serie y la película, y un 5% de los generados por otros productos derivados". Una cifra importante si se tiene en cuenta que los seguidores del Águila televisiva se cuentan por millones.